Aunque hay muchas alternativas de inversión, tales como acciones, bonos y moneda extranjera, las inversiones inmobiliarias tienden a ser vistas como una de las opciones más seguras y más fáciles. Sin embargo, las inversiones inmobiliarias no son para todos, implican dedicarle al menos un mínimo tiempo en capacitarse o asesorarse, analizar alternativas y tomar decisiones. Por lo tanto si estás considerando invertir en inmuebles, es importante que en principio conozcas los pros y los contras que generalmente se mencionan en el mercado para este tipo de inversión.
Puntos a favor:
– Aumenta su valor con el tiempo: si es bien escogida, el valor de su propiedad crecerá con el tiempo, aumentando su capital invertido por el solo hecho de mantener su tenencia.
– Sirve de protección contra la inflación: Los costos de construcción se incrementan acorde a la evolución de los precios, estos mayores costos se trasladan luego al precio de la propiedad, por esto aumentará su valor de venta más allá de la oferta y demanda del mercado.
– Es una inversión segura frente a la especulación: Es el único mercado de inversión que no está dominado por los inversores meramente especulativos, al no ser simple ni rápida su compra-venta tiene una barrera natural contra su especulación. También sufre menos “efecto contagio” frente a las crisis internacionales, ya que su precio depende más de efectos locales que de la evolución de la economía internacional.
– Ofrece un sentido del “valor”: al ser un bien tangible, localizable físicamente, a diferencia de una acción o un bono, nos brinda una sensación de mayor resguardo y seguridad de nuestro capital, esta es claramente una de las razones por la cual es elegida como inversión por tantas personas.
– Obtendrás ingresos mensuales: generarás ingresos mensuales si el inmueble es alquilado a terceros.
– Cualquiera puede invertir: no tenes que ser un experto y tener una gran cantidad de conocimientos, a diferencia de invertir en acciones o abrir un negocio. Invertir en ladrillos requiere dedicarle un tiempo a su aprendizaje, pero es mínimo comparado con conocer el mercado de acciones local, por ejemplo.
– Tenes el control: A diferencia de otras inversiones, tenes el control total de tu inversión inmobiliaria, podes tomar todas las decisiones que te parezcan adecuadas y podes ejecutarlas sin mayores limitaciones.
– Podrás mitigar los riesgos: podes asegurar tu inversión contra la mayoría de los riesgos sobre el mismo: de incendio, robo, daños climáticos, etc., riesgos que pueden afectar el valor de su inversión.
Puntos en contra
– Iliquidez: aunque puedas vender tu propiedad si las cosas se ponen difíciles, el proceso no es tan rápido como lo es vender otras inversiones tales como acciones o una moneda extranjera.
– Ausencia de diversificación: al ser una inversión que demanda una cantidad de capital importante, generalmente concentramos mucho o todo nuestro dinero en uno o muy pocos inmuebles, lo que no nos permite diversificar, como es recomendable en todas las inversiones, en más de una propiedad.
– Gastos no contemplados previamente: junto con los gastos iniciales de escrituración de una propiedad, deberás tener en cuenta los gastos “ocultos” de las propiedades, tales como el equipamiento, mantenimiento y reparaciones, etc., que quizás no preveas inicialmente y en definitiva reducen tu rentabilidad. Otras inversiones tales como acciones no incurren en cargos de mantenimiento importantes.
– Alquiler en períodos libres: durante los períodos en que no puedas encontrar un inquilino, tendrás que cubrir los pagos de mantenimiento, esto reduce la rentabilidad de su inversión.
– Malos inquilinos: los inquilinos problemáticos pueden causar graves daños al inmueble, negarse a realizar los pagos y, a veces incluso se niegan a dejar la propiedad. Esto te puede implicar tiempo, gastos y stress.
Fuente: www.invertirenladrillos.com
– Aumenta su valor con el tiempo: si es bien escogida, el valor de su propiedad crecerá con el tiempo, aumentando su capital invertido por el solo hecho de mantener su tenencia.
– Sirve de protección contra la inflación: Los costos de construcción se incrementan acorde a la evolución de los precios, estos mayores costos se trasladan luego al precio de la propiedad, por esto aumentará su valor de venta más allá de la oferta y demanda del mercado.
– Es una inversión segura frente a la especulación: Es el único mercado de inversión que no está dominado por los inversores meramente especulativos, al no ser simple ni rápida su compra-venta tiene una barrera natural contra su especulación. También sufre menos “efecto contagio” frente a las crisis internacionales, ya que su precio depende más de efectos locales que de la evolución de la economía internacional.
– Ofrece un sentido del “valor”: al ser un bien tangible, localizable físicamente, a diferencia de una acción o un bono, nos brinda una sensación de mayor resguardo y seguridad de nuestro capital, esta es claramente una de las razones por la cual es elegida como inversión por tantas personas.
– Obtendrás ingresos mensuales: generarás ingresos mensuales si el inmueble es alquilado a terceros.
– Cualquiera puede invertir: no tenes que ser un experto y tener una gran cantidad de conocimientos, a diferencia de invertir en acciones o abrir un negocio. Invertir en ladrillos requiere dedicarle un tiempo a su aprendizaje, pero es mínimo comparado con conocer el mercado de acciones local, por ejemplo.
– Tenes el control: A diferencia de otras inversiones, tenes el control total de tu inversión inmobiliaria, podes tomar todas las decisiones que te parezcan adecuadas y podes ejecutarlas sin mayores limitaciones.
– Podrás mitigar los riesgos: podes asegurar tu inversión contra la mayoría de los riesgos sobre el mismo: de incendio, robo, daños climáticos, etc., riesgos que pueden afectar el valor de su inversión.
Puntos en contra
– Iliquidez: aunque puedas vender tu propiedad si las cosas se ponen difíciles, el proceso no es tan rápido como lo es vender otras inversiones tales como acciones o una moneda extranjera.
– Ausencia de diversificación: al ser una inversión que demanda una cantidad de capital importante, generalmente concentramos mucho o todo nuestro dinero en uno o muy pocos inmuebles, lo que no nos permite diversificar, como es recomendable en todas las inversiones, en más de una propiedad.
– Gastos no contemplados previamente: junto con los gastos iniciales de escrituración de una propiedad, deberás tener en cuenta los gastos “ocultos” de las propiedades, tales como el equipamiento, mantenimiento y reparaciones, etc., que quizás no preveas inicialmente y en definitiva reducen tu rentabilidad. Otras inversiones tales como acciones no incurren en cargos de mantenimiento importantes.
– Alquiler en períodos libres: durante los períodos en que no puedas encontrar un inquilino, tendrás que cubrir los pagos de mantenimiento, esto reduce la rentabilidad de su inversión.
– Malos inquilinos: los inquilinos problemáticos pueden causar graves daños al inmueble, negarse a realizar los pagos y, a veces incluso se niegan a dejar la propiedad. Esto te puede implicar tiempo, gastos y stress.
Fuente: www.invertirenladrillos.com