Remodelar tu vivienda no sólo aumenta tu comodidad y satisfacción; invirtiendo el 10% del valor de tu propiedad puedes aumentar el mismo hasta en un 40%. Para llevar a cabo este paso, la revista Dinero Inteligente recomienda utilizar las opciones más convenientes en cuanto a trabajadores y a material, pues la mayoría falla en tiempo y calidad. 1. El mantenimiento es importante. Una casa requiere revisiones de mantenimiento cada cinco años, esto evitará gastos hormiga que a la larga no te permitirán ahorrar, pues solucionar los pequeños problemas que van surgiendo se convierte en un gasto interminable. |
2. Remodelar aumenta el valor. La calidad y el tipo de acabados elegidos son los que determinarán el incremento en el valor de tu propiedad, aunque también dependerá de la zona remodelada: la cocina es la más apreciada, pues ésta “puede consumir entre 25 y 30% del costo de la remodelación total de una vivienda. Los baños, 10 o 15%, el resto se reparte en problemas estructurales y las otras áreas”, de acuerdo con Sergio Suilo, director de operaciones de Onis Vida.
3. No sólo hay vivienda nueva. La escasez de inventarios y el alto costo de un espacio nuevo han incrementado la venta de casas y departamentos usados. Una remodelación hará que tu propiedad sea más atractiva al cliente y te permitirá el lujo de no ceder al regateo.
4. No gastes tus ingresos corrientes. Para remodelar, el capital debe salir del ahorro o de un crédito hipotecario. Es mejor tener un presupuesto del cual disponer, pues pueden surgir imprevistos que obliguen a dejar los trabajos inconclusos.
5. Remodela para ti. Si quieres alcanzar un resultado cómodo, funcional y agradable a la vista, hay que llevar a cabo el trabajo y las decisiones como si fuera para uno mismo. Si te sirve, servirá para alguien más.
Fuente: CNN México www.cnnmexico.com
3. No sólo hay vivienda nueva. La escasez de inventarios y el alto costo de un espacio nuevo han incrementado la venta de casas y departamentos usados. Una remodelación hará que tu propiedad sea más atractiva al cliente y te permitirá el lujo de no ceder al regateo.
4. No gastes tus ingresos corrientes. Para remodelar, el capital debe salir del ahorro o de un crédito hipotecario. Es mejor tener un presupuesto del cual disponer, pues pueden surgir imprevistos que obliguen a dejar los trabajos inconclusos.
5. Remodela para ti. Si quieres alcanzar un resultado cómodo, funcional y agradable a la vista, hay que llevar a cabo el trabajo y las decisiones como si fuera para uno mismo. Si te sirve, servirá para alguien más.
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